Sus estudios han resultado esenciales para el desarrollo de un nuevo campo de la medicina, la psiconeuroinmunología, en el que la mente y el cuerpo no pueden seguir entendiéndose más como partes independientes de la persona, sino como un sistema en el que el foco hay que ponerlo en los procesos, y la clave precisamente de esos procesos son las estrategias emocionales mediante las cuales reacciona la persona.
La doctora Pert, hablando de su libro "Molecules of emotion: the Science Behind Mindbody Medicine” (1988), comentaba que ya se habían identificado más de 72 elementos químicos emocionales específicos. Estos elementos, como las endorfinas y sus receptores correspondientes, están en todo el cuerpo y no sólo en el cerebro como se creía a principio de los años 80. Podemos encontrarlos, por ejemplo, en las células inmunes que se desplazan por todo el organismo, en las células adiposas, a lo largo de la médula espinal, en las válvulas del corazón, o en los esfínteres del aparato digestivo implicados en la digestión. Las moléculas de las emociones se desplazan por todo el cuerpo y encajan en sus receptores específicos, tal y como una llave encaja en su cerradura. Cuando esto ocurre, se produce determinados cambios en la célula. Lo impresionante es que las moléculas de las emociones afectan a todas las células del cuerpo.
Así pues, todas las células del cuerpo responden con una estrategia predeterminada por la evolución ante la presencia de las moléculas de una emoción concreta. Y no sólo responden con una respuesta química, también lo hacen con una respuesta física, vibratoria que genera energía. Al igual que en la música percibimos pautas ordenadas de vibraciones de diferentes frecuencias y entendemos una melodía, nuestras células perciben, a través de los iones, los cambios de vibraciones provocados por los neurotransmisores, y en función de esos cambios, las células, los tejidos, los órganos cambian generando una respuesta de un tipo u otro. Se ha descubierto en el flujo sanguíneo células aparentemente inmunitarias que se desplazan hasta el cerebro y se convierten en células cerebrales. Esas células se organizan según nuestro estado emocional.
Las emociones son estrategias organizativas de nuestro cuerpo y mente que influyen en nuestra conducta. Las implicaciones en nuestro estado de ánimo, nuestra conducta y nuestra salud se hacen evidentes. La doctora Pert señala que los médicos tratan el cuerpo desvinculado de la mente y las emociones, y los psicólogos tienden a tratar la mente separada del cuerpo. Es algo que puede estar pasando también en el Coaching, donde se tiende a trabajar con la palabra para la acción sin considerar la conexión con el cuerpo.
Las investigaciones de la psiconeuroinmunología, demuestran que mente y cuerpo no están separados, sino que son un sistema. Lo físico y lo mental son una unidad funcional y no son realidades separadas. La cualidad de la relación es precisamente la emoción. No podemos ignorarlo por más tiempo.
Isabel Aranda
Doctora en Psicología de las Organizaciones
Candace B. Pert (1999) Molecules Of Emotion: The Science Between Mind-Body Medicine Scribner
Candace B. Pert (2006) Everything You Need to Know to Feel Go(o)d, with Nancy Marriot
2 comentarios:
Estaba buscando un artículo como este para corroborar mi teoría que fué quizá más práctica, debido a que mis bebés de 1 año y 9 meses y el de 4 meses se enfermaron juntos, el primero de rotavirus y el segundo de bronconeumonía; cayeron en cama casi al mismo tiempo con 4 días de diferencia... es 1 historia muy larga pro lo que si puedo asegurar es que fueron factores emocionales, lo cual descubrí tiempo más tarde cuando ellos ya habían sufrido demasiado...
Muchísimas gracias, Mara. Nos alegra de que te haya servido. Y qué historia más inquietante la tuya. Esperamos que todo haya pasado y hoy por hoy los niños se encuentren fenomenal. Un saludo,
Jane Rodríguez
Isabel Aranda
Publicar un comentario