Especializados en acciones formativas singulares y coaching, facilitamos el desarrollo de las competencias necesarias para que una persona se sienta más capaz de alcanzar los objetivos que se propone. Sentirnos capaces hace que nos sintamos con el control de qué hacer en una situación; y eso está en la base del bienestar personal y, como consecuencia, del éxito profesional.

lunes, 17 de mayo de 2010

Conferencia en CESMA: Yo Marca

El próximo jueves 20 de mayo, impartiremos la Conferencia “Yo marca” en CESMA Escuela de Negocios, dentro de su Programa de Actualización Profesional.
Interesante título que hace pensar en la paradoja de si soy un producto o una persona.

“Yo marca”, Marca Personal, Personal Branding, son sinónimos que nombran una estrategia imprescindible hoy para hacer ver el conocimiento y el valor personal de un profesional. En un escenario de enorme oferta y homogeneización, el hacerte ver, y como tú quieres que te vean, se convierte en una estrategia esencial para encontrar trabajo, conseguir clientes; en definitiva, ser considerado como un profesional a elegir.

La idea no es nueva. Siempre ha habido personas capaces de resaltar por su iniciativa y sus acciones. Lo que ocurre es que el mundo digital se ha convertido en un soporte perfecto para la promoción de Marcas Personales. La construcción de una Marca Personal es un proceso apasionante, no sólo por lo que tiene de autoconocimiento y de desafío personal, sino por las oportunidades que nos abre.

En su primera fase, construir una Marca Personal comienza por un análisis extraordinario de quién soy y de cómo soy, qué me hace especial y diferente, y de cómo eso puede ser algo que otras personas aprecien y elijan. Es un trabajo de autoanálisis profundo, un reto no fácil, en el que además tengo que adquirir perspectiva y nuevas ópticas desde las que mirarme. Es un trabajo complejo para el que se suele buscar un Coach que facilite el intenso proceso de análisis e interpretación.

Después vendrá la fase del marketing personal, de identificación de mi público objetivo (target), de cómo quiero que me vean (objetivos / posicionamiento), qué les puedo aportar (propuesta de valor) y qué me hace diferente e imprescindible (diferenciación y ventaja competitiva). Aquí, las reglas del Marketing son las mismas que para un producto, un servicio, o una organización. Tras esta fase más estratégica, vendría la del marketing operativo, la de la comunicación y promoción de “mi marca”: cómo me hago ver, contacto y me hago relevante para mi público objetivo. Es aquí donde el e-marketing, o marketing digital, se ha convertido en un verdadero aliado para el Personal Branding.

Hacer de uno mismo un “Yo Marca”, lejos de “cosificarte”, te hace estar más consciente de quién eres; no te hace más persona, pero sí te hace estar pendiente de cómo eres como persona, de descubrir tu mejor versión, de darla a conocer y alcanzar así la excelencia en tus objetivos. ¿Es eso una forma de desarrollo personal? Claro que sí. No en vano es el objetivo de una especialidad que trabajamos muy a menudo en Coaching, la de “Coaching para el desarrollo de la carrera profesional”

¿Y tú?... ¿Sabrías presentarte como un profesional único en 30 segundos? Hoy ya no basta decir “soy arquitecto”. Esa definición no causa emoción, no provoca una reacción de interés en tu oyente para que desee saber más de ti; y mucho menos para elegirte. Si sólo puedes decir algo así de ti, puede que te interese construir tu “Yo Marca”… ¿Empezamos?

Isabel Aranda
Jane Rodríguez del Tronco

lunes, 10 de mayo de 2010

Felicidad en el trabajo. ¿Aprendemos?

El pasado día 14 de Abril, asistimos a la jornada convocada por AEDIPE con un tema que nos apasiona: Cómo disfrutar y evolucionar en el trabajo, con Carlos Hernández y Joan Elías. La felicidad es un tema recurrente en nuestros posts. Es el tema que casi siempre sale en los procesos de Coaching, y es un tema que casi siempre sale en los cursos de formación. Las personas queremos ser felices. Queremos aprender a serlo. Queremos darnos permiso para serlo. Y muy especialmente en el trabajo, donde pasamos la mayor parte del día.

El origen de la palabra trabajar procede del latín tri (tres) pallium (palos), un yugo en el que amarraban a los esclavos para azotarlos. De ahí deriva el sentido de sufrimiento del trabajo, “sudor y sangre”, dolor, castigo, cansancio… En su origen la palabra se asociaba al esfuerzo físico de los trabajadores del campo.

En el siglo XXI se están formando nuevos paradigmas para el desarrollo de las personas. Paradigmas de posibilidad en los que las personas se entienden como sistemas abiertos y sistémicos. Paradigmas relacionales y no dicotómicos. O en casa o en el trabajo, o disfrutando o trabajando, o razón o emoción… ¿Por qué no “en casa y en el trabajo”, “disfrutando y trabajando”, “razón y emoción”?

Cada vez son más las personas que reivindican la posibilidad de desarrollarse profesional y personalmente a través del trabajo. Mediante el trabajo adquirimos no sólo capacidad económica para vivir, adquirimos una identidad social que nos lleva hacia la auto-realización. El pensar en disfrutar con lo que uno hace al final no es más que una elección personal. Tú puedes decidir estar harto de tu trabajo o puedes decidir disfrutar con tu trabajo. Joan Elías tiene una frase genial para esto “con agua y jabón, motivación”, porque tú cada mañana decides qué pilas ponerte para vivir ese día. No deja de ser, como decía Carlos Hernández, cuestión de las gafas que te pones para ver tu vida.

¡Sí! Definitivamente las personas podemos decidir si sufrir con nuestro trabajo, o por el contrario, llevarlo con +actitud+. Gran parte del trabajo que realizamos se sitúa en esta línea: Orientación al Logro, Auto-liderazgo, +Actitud+, Emociones capacitantes, Coaching… Son todos ellos títulos que giran en torno a un mismo tema: aprender a gestionar nuestra vida de forma consciente y proactiva, sintiéndonos más capaces, ganando en aquello que nos hace más humanos, nuestra capacidad de decidir. Adquirir el protagonismo y dejar de ser meras comparsas en su propia vida; eso es lo que la mayoría de las personas en nuestra formación y Coaching desean.

A ser feliz también se aprende. Un ejercicio que propone la Psicología Positiva para incrementar nuestra felicidad es anotar cada día tres cosas por las que te sientes agradecido, y durante 8 semanas. Los estudios señalan que al cabo de ese tiempo las personas que hacen este ejercicio indican sentirse un 25% más felices. Es cosa de hábito. Es cosa de acostumbrar a nuestro cuerpo a los neurotransmisores, como la serotonina que nos hace sentirnos felices. Es cosa de acostumbrarnos a valorar nuestra vida. Es nuestra responsabilidad personal.

Y además, no estamos solos en este empeño. Jornadas como ésta, organizada por Aedipe, ponen el énfasis en la cultura que una Organización puede fomentar en este sentido. Y no es por un tema banal: indicadores de gestión como el incremento de la productividad, la disminución de conflictos o la disminución del absentismo, pueden asociarse a un incremento del “sentimiento de felicidad” en el trabajo.

Aedipe ha elaborado el siguiente decálogo, después de analizar los resultados de una encuesta a la que respondieron más de 250 directivos y que recoge las prácticas que tendría que hacer la Organización y los directivos para crear una cultura de felicidad en el trabajo.

Decálogo de la felicidad

1- Escucha la diversidad de cada empleado
2- Fomenta que cada persona autoevalúe su potencial
3- Potencia el talento personal y profesional
4- Otorga autonomía y responsabilidad en el desempeño
5- Garantiza la tolerancia y la colaboración de todos los equipos profesionales
6- Acuerda flexibilidad individual y colectiva
7- Promueve el trabajo digno y la protección social
8- Vincula la productividad a objetivos medibles que añadan competitividad
9- Recompensa a mandos y directivos comprometidos con la felicidad en el trabajo
10- En resumen, crea felicidad en el trabajo para aumentar la productividad.

Parece que la felicidad está siendo asumida como una necesidad y como un bien al que aspirar tanto por las personas, como por las Organizaciones. Estamos empezando y aún nos queda mucho trabajo, entre otros... ¡aprender a ser felices!