Revisar nuestra vida en el 2009: qué he hecho y cómo he vivido, es un buen punto de partida: ¿Dónde estoy? Pregunta que nos abre la puerta para tomar conciencia de nuestro presente. Pero sólo es el primer paso, un punto de partida para la evolución. ¿Ha sido un año de incertidumbre, tal vez bueno, tal vez regular, tal vez mejorable, tal vez especial o maravilloso?
La siguiente pregunta es ¿Dónde quiero estar? ¿Cuál es el futuro que deseo para mí en el 2010? Es el momento de identificar nuevas posibilidades, ser alguien diferente o hacer cosas diferentes, una nueva vida, tal vez. ¿Qué quiero conservar? Identificar aquello que me hace único y especial y las fortalezas que me servirán de palanca para apoyarme y evolucionar ¿Qué me falta para conseguirlo? ¿Poner en práctica alguna de las herramientas de la inteligencia ejecutiva que señala José Antonio Marina: orden, constancia, voluntad o motivación? ¿O tal vez superar un estado emocional que me incapacita para conseguir lo que deseo: miedo, ira, enfado? Pregunta esencial para conocer lo que necesito superar.
Y por fin, la pregunta definitiva. ¿Qué voy a hacer para lograr lo que quiero?
Es el momento de planificar y de orientar nuestro logro hacia la elección de formas de ser y hacer más acordes con nuestros propios deseos. Es el momento de planificar nuestro hacer, pero también nuestro ser, es el momento de plantearnos objetivos personales de crecimiento, de desarrollo y de felicidad. Sí, planificar también nuestra felicidad. Si tenemos metas y retos concretos, encaminamos nuestra energía en conseguirlo. Dice Enrique Rojas que el que no sabe lo que quiere no puede ser feliz. Dice José Antonio Marina que el objetivo de la inteligencia es la felicidad. Inteligencia significa etimológicamente saber escoger. Seamos inteligentes, escojamos quién ser en el 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario