Especializados en acciones formativas singulares y coaching, facilitamos el desarrollo de las competencias necesarias para que una persona se sienta más capaz de alcanzar los objetivos que se propone. Sentirnos capaces hace que nos sintamos con el control de qué hacer en una situación; y eso está en la base del bienestar personal y, como consecuencia, del éxito profesional.

martes, 28 de septiembre de 2010

Coaches, chamanes y experiencias místicas

Enrique Iglesias decía en una de sus canciones que era una “experiencia religiosa” la relación íntima con una chica. Es curioso, “¡experiencia religiosa!”. Aunque no sabemos que querría expresar exactamente con esas palabras, ¡¡¡nos lo podemos imaginar!!!

¡¡Qué semana de experiencias místicas!!: Talleres de Personal Branding, de Autoliderazgo, sesiones de Coaching, reuniones de coordinación de apasionantes proyectos que generarán un futuro mejor…

¡Sí! Experiencias místicas. Porque el trabajo cuando adquiere un sentido tan completo, tan apasionante y tan trascendente, se convierte en algo muy especial.

¡Sí! Porque... cuando sientes la vida intensamente, se llena de “experiencias místicas”, de sensaciones de superar el propio yo, de formar parte de algo más importante, más grande y más trascendente.

Fuera egocentrismos, fuera la necesidad de ser yo el único; ¡lo único! Una experiencia mística de comunicación, de sentirte parte de algo más importante, más grande, más profundo y válido que sólo el yo. Parte de un universo que cada día nos manifiesta más conexiones, inexplicables desde el punto de vista de la razón, que traspasan las distancias, el tiempo, las relaciones. Nos hace pensar en otros planos de realidad, en sistemas, en campos mórficos.

Y no es que uno deje de ser importante. Al contrario. Eres más y más importante porque eres válido, eres significativo para otros, haces que otros trasciendan; a su vez, de la pequeñez de su yo, para pensar en ser “super –yos”, personas equilibradas, a gusto consigo mismas, ¡¡¡felices!!!

Nosotros somos testigos en nuestro trabajo de cómo las personas giran el foco de su atención hacia sí mismos. De repente se descubren, se encuentran, se dan cuenta de que ellos, como personas, son la clave, el punto de partida, y el punto final de sus vidas.

Han llegado, hemos llegado, a licenciados, MBA, directivos… pensando que los logros en el trabajo son lo esencial, lo único; necesitando esos logros no sólo para mantenernos, sino para sentirnos válidos. La expresión de “efectos colaterales” tiene sentido en estas situaciones: insatisfacción, infelicidad, estrés, problemas de autoestima, de salud,… ¿vida familiar?, ¿pareja?... ¿qué ha quedado fuera?

El ser humano es un ser integral, en el que lo profesional es sólo una de las facetas en las que se manifiesta, no es la faceta, por más que a veces lo olvidemos y lleguemos a pensar que somos en cuanto que logramos dinero y posición profesional.

Nos encontramos en nuestro trabajo a personas que, la mayoría de las veces, no saben qué, ni por qué, pero están inquietas, insatisfechas, necesitan algo. Algunos incluso hablan de “angustia vital”, “crisis existencial”. Suena fuerte, pero así es. Cuando entran en uno de nuestros talleres, o cuando se comprometen con un proceso de Coaching, el impacto es casi de shock; en palabras de una coachee, “o sea que la clave está en mí, yo soy la que me estoy poniendo los límites; no están fuera, los tengo dentro”.

Encontrarte contigo mismo, darte cuenta de que tu pensamiento, tus emociones, tus sensaciones son, en definitiva, el origen de cómo vives tu vida - y no lo que ocurre o deja de ocurrir, o lo que dicen y dejan de decir los demás. Ésa sí que es una experiencia mística. No nos extraña que en algún caso nos hayan llamado “chamanes”… ¡qué afortunadas! En reconocimiento a esa capacidad de conexión con el otro y en el facilitarle el descubrimiento de su verdadero valor, y del sentido de su vida. De la vida. ¡Qué afortunadas!

Y pensando en chamanes, os dejamos la "conexión" de la última canción de Juanes: un poco de ritmo, algunas ideas, buenas vibraciones.
Yerbatero, de Juanes

No usamos yerbas, sólo la palabra y el contagio de la emoción más capacitante: la aceptación total de la persona que manifestamos en la confianza absoluta de que cada uno puede lograr aquello de lo que se siente capaz.

¿De qué te sientes tú capaz?

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