Especializados en acciones formativas singulares y coaching, facilitamos el desarrollo de las competencias necesarias para que una persona se sienta más capaz de alcanzar los objetivos que se propone. Sentirnos capaces hace que nos sintamos con el control de qué hacer en una situación; y eso está en la base del bienestar personal y, como consecuencia, del éxito profesional.

lunes, 10 de octubre de 2011

Adiós Steve Jobs, “héroe de la humanidad”

Hace ya casi una semana nos despertábamos con tristeza, con un ligero encogimiento del estómago. “Se ha muerto”. Era una noticia anunciada, pero nos ha costado asimilarla. Steve Jobs se había convertido en un personaje cercano en nuestras vidas. Hizo cosas que impactaron de tal forma en la humanidad, que la ha llegado a cambiar en gran medida: permitió que nuevos conceptos, nuevas ideas, nuevos paradigmas, transformaran la forma de relacionarnos, con el mundo y con nosotros mismos; generó unas expectativas en el mercado tecnológico desconocidas, y popularizó la cultura de la “innovación”. Pero Steve Jobs no supone sólo lo que algunos llamarían “adicción a la manzana”.

Es curioso… hoy, decir “la manzana”, ya no es hablar de Manhattan; el sencillo icono, logo de la marca, es sinónimo de innovación, de la máxima prestación, casi a veces de prodigio. Una manzana mordida es “Apple”, la marca; el “store” es el Apple “store”; Mac, ya no es McDonalds, ¡es otra cosa!, ¡muchas cosas!: el mundo “Mac”; como el mundo “i”:  iPod, iPhone, iPad, iCloud… (hasta el tan extendido hashtag en Twitter, #iSad, ideado como tributo a su memoria). Steve Jobs creyó, vio, y abrió un mundo de posibilidades casi infinitas - o como dirían los protagonistas de su película Toy Story: “hasta el infinito y más allá”. Pero no sólo fue un genio que pensaba diferente, como tantos otros reflejados en este anuncio con el que Apple nos deleitaba hace unos años, y que bien refleja el espíritu de la compañía, Think different!



Jobs, ejemplo de auto-liderazgo, de marca personal

En la primera adolescencia es muy habitual leer biografías de héroes que realizan rescates, aventuras, que alcanzan grandes logros. Es una buena práctica que nos ayuda a tener modelos, a mirar más alto, a ver cómo otros logran lo que se proponen, alcanzando resultados extra-ordinarios. La de Jobs, sin embargo, es una de esas biografías que hay que conocer en todo momento de la vida, compartir con otros, transmitir a nuestros hijos, mostrar a los coachees. Su discurso en la Universidad de Standford, al que ya hicimos referencia en nuestro ‘post’ del pasado 23 de enero, no puede ser más inspirador, más capacitante. Es un ejemplo de elección, de constante reinventarse, de aprovechar todos sus aprendizajes, todas sus capacidades,  sacando provecho a todo su potencial, saltando los límites de lo esperado, de lo establecido, de lo habitual. La demostración de una verdadera marca personal, como la entendemos, desde el auto-liderazgo; y que hace que suponga para nosotras uno de esos héroes cuya biografía inspira, alienta y emociona. 


Y no sólo lo que hacía era extra-ordinario… Jobs también fue capaz de transmitirlo, compartirlo, con un carisma arrollador y un enorme talento, llevándonos a la reflexión y al compromiso.

Tu tiempo es limitado, así que no lo desperdicies viviendo la vida de otra persona. No te dejes atrapar por el dogma – que es vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahoguen tu propia voz interior. Y lo más importante,
ten el coraje de seguir tu corazón e intuición.

Casi todo   todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el miedo a la vergüenza o al fracaso, todas esas cosas - desaparece ante la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo.
No hay razón para no seguir tu corazón.

El valor de sus palabras es incalculable, muy superior al de la marca que deja. Su valor es el de un “héroe de la humanidad”, que nos guía y que nos hace pensar en nuestra propia vida.

Gracias, Steve.
Descansa en paz.


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